luz del canto: tus piernas
y Praga sin voces,
Kafka en el barrio, algo
viento, discreto viento de sombra,
algo
tus piernas y sus sombras
la luz del canto en el barrio
y allá Praga, voces, viento
algo de Kafka sobre el suelo
Walter
Taller de producción y publicación de Escritura Artística para todos
Aquí iremos dejando algo de la producción que se ha hecho y se seguirá creando en los talleres que coordino para la Dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Será sólo una muestra seleccionada de algunos trabajos de la gran cantidad de participantes y de la producción que hizo cada uno de ellos. Ya iremos rescatando el material. Disfruten del blog creado para compartir un hecho que busca crear arte y afirmar que todos podemos crear artísticamente.
domingo, 14 de octubre de 2012
Kafka 2
I
Praga:
luz
voces
viento
algo.
de las piernas
canta la sombra: Kafka
II
Kafka
la voz de un barrio de Praga
como canto de un viento
como luz
de la sombra
Leonardo
Praga:
luz
voces
viento
algo.
de las piernas
canta la sombra: Kafka
II
Kafka
la voz de un barrio de Praga
como canto de un viento
como luz
de la sombra
Leonardo
Kafka 1
en Praga
cantó Kafka para su barrio
en las piernas de las sombras
ante la luz, y contra los vientos,
voces de algo
Amanda
cantó Kafka para su barrio
en las piernas de las sombras
ante la luz, y contra los vientos,
voces de algo
Amanda
sábado, 13 de octubre de 2012
Microrrelato
Esa tarde encontré a mi
vecino y le pregunté si escuchaba los teléfonos sonar cada noche. Él me
respondió que solo escuchaba el timbre de mi teléfono. Me quedé en silencio y
sin haberme despedido me fui alejando lentamente.
Estuve sentado varias horas en el banco de una plaza. De repente, vi cómo se fueron desmoronando, como migas de pan, los árboles
y las casas. Sentía nostalgia por el barrio donde viví mi infancia.
Luego entendí que estaba atrapado en
garras de la noche. Que soltó a su amante: oscura, galante y febril. Ella, la
amante, se acercó a mí, lo único que hice fue bailar como nunca en mi vida…
Fernanda Luquez
Poema
Por que vino?
Cual fue su intención?
si tuvo alguna
Esta cansado el dolor
Que es mas fuerte que yo
que quiere morir conmigo
Todo este territrio desvastado
de carne ardida
mundo sin color
no necesita vientos que lastimen
donde ya no cabe el amor
José M
1
-Pronto comenzarán las
lluvias. No me gusta esta época del año.
Así le comentaba Roberto
a su amiga Claudia mientras bebían café junto a la ventana del bar.
-Perdón señor, no pude
dejar de escucharlo y disiento con Ud.
Le replicó don Jerónimo,
sentado a la mesa contigua de Roberto y Claudia.
-Es una época muy
necesaria para la naturaleza en general. Además, las lluvias invitan a la
reflexión.
-No cuando se tiene que
salir temprano de la casa.
-Tampoco a mí me gustan
las lluvias.
Respondió Claudia con una
mirada cómplice a Roberto.
-Podemos compartir la
mesa?
Preguntó don Jerónimo
arrimando su silla , sin esperar la respuesta de la joven pareja.
-Claro, todo es cuestión
de experiencias previas con este fenómeno. Un café doble para mí .
Pidió dirigiéndose al mozo
que se acercó a ellos y continuó su interrumpida conversación:
-Conocí a mi señora una
tarde otoñal en una parada de ómnibus bajo una tupida lluvia, esperando, cada
unossu línea, mojándonos a pesar de los paraguas. Sentimos la atracción única
de dos almas que ya no se separarían.
-Claro,
Comentó Roberto.
-Es como Ud. Dice:
todo es según la propia experiencia.
Pero en lo personal, el otoño y la lluvia me entristecen y no lo puedo evitar.
-Yo, en cambio, no tengo
sentimientos definidos hacia esta situación
Comentó Claudia
contradiciéndose de su primera aseveración.
-Cuando la lluvia
favorece las cosechas, me alegra mucho enterarme de ello. Por el contrario,
cuando este fenómeno provoca catástrofes, me entristece mucho.
- Yo creo que deberíamos
ver con más optimismo los cambios climáticos, al margen de cuánto nos informen
las autoridades.
Comentó el interlocutor
impuesto por la circunstancia.
-No es algo que yo pueda
elaborar racionalmente.
Replicó Roberto.
-Es lo que siento y es lo
que le manifesté en voz alta a Claudia. No fue mi intención crear una polémica al respecto.
-Claro, así lo
comprendí yo y no hubiera continuado con
el tema si no se hubiera interpuesto el señor.
-Perdonen Uds. Hace poco
perdí el amor de mi vida y la lluvia me la recuerda. Los dejo continuar, me
retiro y les agradezco vuestra amabilidad en permitirme compartir este momento.
-Adiós.
-Buenas noches.
Sara K
Pérez y su amigo de cama
Lo espera, confía
que de vuelta no le falle.
La noche ya
está instalada, comienza los preparativos del ritual. Controla puertas y
ventanas, asegura las llaves que dan paso a los servicios. Que no torture
ninguna canilla lagrimosa u olvidar otros pequeños menesteres. Camino al
dormitorio siembra la oscuridad en cada espacio. A la luz del velador nunca la
apaga.
… comienza
a relajarse, el cuerpo hace las paces con las sabanas. Los pensamientos se
arremolinan en la almohada y un suspiro de soledad mal resignada invitara a su
amigo a su cama.
Yo soy el
amigo de quien hacen referencia. Me apiade de su llamado y vine, ¡por favor déjenos
solos, privacidad!
Me recuesto
tan cerca de él que no me siente. Contemplo sus parpados cerrados y el gracioso
tic nervioso en su ojo izquierdo. Su pulso casi al mínimo, el corazón le camina
en dos cornisas. Es agradable la temperatura de su cuerpo, lo abrazo lentamente
para llevarle a su mente a mis dominios.
Soportare
una vez más el rechinar grosero de su boca; estertores poco elegantes y la
sonrisa idiota que no encuentra asidero en ningún lado. Entra también su
ronquido entrecortado que por cierto me exaspera. El todavía no quiere hacerse
cargo que son pequeños anuncios de algo grave.
Ya está en
mis manos; decido. Primero crearle confusión, luego imágenes borrosas,
desordenadas, también algo de caos. Paso a coordinarle alguna historia. Juego.
Lo real y lo increíble convergen en un puño. Espacio. Una dosis de miedo,
breves segundos de sosiego e intercalados olvidos para estacionarlo en
suspenso…
Esta noche
pondré un aderezo de lujuria en su pijama. Me divierte el pensar como hará al
otro día para borrar las indecorosas ojeras.
Teresa Albarracín
Dentro del sueño
El sueño ha venido por mí,
se arrodilla y se expande.
El miedo me atropella dentro de ella,
de mi casa acongojada por adjetivos vacíos,
porque el miedo es la
casa a oscuras
y un poco del silencio que no acepto dentro del sueño.
Se instala, el sueño me arrolla,
me dice que la vida
fue eso,
ese gesto de mi
cuerpo joven.
El olvido me despierta,
no deja de gritarme en silencio.
El silencio se muere sobre el cumpleaños de los niños.
Felices ellos que festejan su aproximación a la muerte.
que mueren al condicionamiento del afuera
Ellos, que viven gesticulizando las horas,
las que se me han ido asistiendo a los días fúnebres.
El sueño ha venido por mí,
me despierta en un
gran olvido,
me abraza sobre la oscuridad que desconozco
y me muestra una distancia excesivamente breve
entre la casa y la que me soy dentro del sueño.
Lucía Santillán
Suscribirse a:
Entradas (Atom)